LA COSECHA
En Las Morenitas las plantas de café crecen junto a otras especies más altas que proporcionan la zona de sol y sombra que necesitan para crear matices en el café que de otra forma no se lograrían. Por otra parte, estos árboles que les cobijan traspasan sabores y aromas al fruto del cafeto.
La recolección se lleva a cabo cuando el grano está en su punto óptimo de maduración, recogiendo grano a grano sólo los frutos que están maduros y, dependiendo de las condiciones climáticas de cada día, los cortadores pasan hasta cinco veces por cada planta en vez de utilizar la técnica del “stripping” (coger todos los granos de los racimos de una sola pasada), habitual en muchas plantaciones. Así con el máximo mimo y cuidado, sin prisa, los granos maduros se desprenden de los cafetos en su punto álgido de maduración para de esta forma conservar y desarrollar mejor todas sus propiedades en el proceso de tueste.
Una vez recolectado el café se traslada al “beneficio” húmedo donde el proceso de despulpado y fermentación tiene una duración de 36 horas. Pasado este tiempo se procede al lavado con el objetivo de separar el “mucílago” del grano. Una vez realizado, con toda la información de variedad, peso y estado relativa al producto, se envía al “beneficio” seco donde se controla la calidad, se extiende el café al sol y se mueve hasta 15 veces cada día durante una semana aproximadamente.
Posteriormente se realiza la criba donde se clasifica el café según el tamaño del grano de café verde, y se almacena antes de entrar en uno de los momentos más importantes del proceso: El tueste.